03 octubre, 2006

Desorden



En esta noche loca
ordéname muchas cosas
ordéname que te desee
que quiera volver a tu piel.

Ordéname que invadas mis sueños
que mi cuerpo sea para ti un don
que te huela una y mil veces
y aún más,
si me dejas.

Ordéname que me entregue al caos de tus caricias
allí donde lo inesperado
siempre fue refugio nuestro
y desordena mi cabello entre tus dedos
en las horas de lujuria
pacto entre iguales
yo siempre velero a tus órdenes,
mi capitán.



(Versos de perra negra, 2005)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Alto contraste entre la entrega incondicional que imita a lo sumiso, y el imperativo de una concreta concesión, la del deseo compartido. Intenso y bello.