10 octubre, 2006

Blanco



Se me han llenado las manos de ángeles
y es su canto plácido quien me mece,
dulce cobijo de los días, ansia de luz.
Me acomodo al calor de su boca
y un deseo se desata. Blanco.
Blanco como nata montada, ala blanca.
Piel blanca que deshace mis nardos en su mirada.


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