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No quiero volver
Para qué
cuando vivir da tanta pereza
nada contra nada
¿Para qué?
Alcestes danza sobre nuestros ojos
Ocupo su lugar
el vacío de sus manos inertes
La palabra no me será dada
Ya no
Mis labios sólo son ya fosas abiertas
Carl Theodor Dreyer, Ordet (La palabra), 1955.
1 comentario:
hubo un tiempo en el que yo tampoco quería volver porque la vida me daba demasiada pereza pero, por fortuna, encontré a alguien que me empujó y me sacó de mi pereza y no me arrepiento, precioso poema
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